Me remito a los hechos, a todo aquello que ocurre y de lo que tan sólo podemos abstraer una enseñanza que es nuestra única esperanza. De mientras nos impactará siempre las cosas malas que se nos quedarán siempre muy presentes, como referente para el presente y futuro de nuestras vidas. Mira al sol, sale y se pone, ni nace ni se muere tan sólo está en nuestras vidas y transcurre en ella saliendo y siempre yéndose. Nosotros no somos más, estaremos aquí, transcurrámos en este tiempo pues no moriremos siempre queda la esperanza de un nuevo amanecer aunque no nos demos cuenta de ello. Así pues somos corrientes, energías que van y vienen y excepcionales, tendré siempre encuenta que cada encuentro humano es único e irrepetible y lo único que deseo ante tal cosa es de exprimir en el buen sentido y sobre todo de intentar aprovechar tales actos aprendiendo del encuentro y disfrutando.
Cuestión de aires
domingo, 26 de agosto de 2007
Publicado por Antonio Manuel en 3:00
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