Mil batallas

jueves, 5 de abril de 2007


Atrás quedan fantasmas sin rostros, voces irreconocibles, andares inquietantes mientras el silencio inunda mi estancia y la tenue sombra del miedo. Atrás quedan...pesadillas que no quisiera recordar mas hoy quizás las reviva en la repetitiva noche. Hoy te escaparás cual fantasma, entre las sombras, entre el humo, entre la confusión de mi mente sin que mi adormezido ojo te distinga de entre las figuras que entran y salen del tuburio. Te vas, sin yo verte irte cual pasimonia de mi esperanza, vana es la sangre, vana es la esperanza, vana es todo y nada es sentir. Espejo negro de mi salvedad, por vez primera muéstrame mientras tú intestas darte cuenta de mi presencia, muéstrame, tan sólo...La noche acaba pues cual sombra sin protagonista, nula a la vez que inquietante, la nada proyecta tal sombra sobre el asfalto húmedo cual lágrima derrochada sobre tu vientre, se tú el vientre y se tú allá donde acabar mis deseos.
Acabé toda esperanza esta noche, acabé quizás con el pasado presente hoy contigo mas queda tu dulce boca que jamás probé o que no pueda recordar, en tal estado quedó mi recuerdo.
Se tú mas no huyas sin percatarte de lo que pueda dar, de lo que pueda dar...a tu vientre.
Por siempre jamás...no olvido los rizos que te rizan ni tus gafas pues hoy todo tiene algo de tí.

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