Ceremonia de los vencidos

lunes, 2 de abril de 2007


Digamos que sí, digamos que me ví corriendo bajo la lluvia, que salí corriendo de aquel antro, algo atormentando y vencido, digamos que salí porque tu quizás no me mirabas, digamos que eso fué todo y que la lluvia no fue un simil de mis lágrimas.

Porque de nuevo se abren puertas que siempre quiero cerrar, no quiero abrirme a quién no lo merece, no quiero ver llover sobre mi vida y jamás quiero huir. Mas de tí siempre quisiera huir, una lucha quizás sin fin, sin atar cabos, sin atarte a mi lecho, porque siempre huirás sin razón ya que esperarás a que salga el sol pues todo termina cuando nada empieza.

Digamos que sí, di tú que sí una sola vez, invítame a tu altar que yo accederé se sobremanera para hacerte ver lo que nunca lograste imaginar. Toda esperanza en vano cabe en mi ninguneado corazón que por más sufrir no sabrá llegar a ti o a cualesquiera. Toda esperanza en vano...todo en la nada y serás tu la nada pues si nada tengo será lo que merezco.

Siempre, siempre, siempre, siempre...

El amar llama a toda puerta mas yo quedé sin puerta.

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