Podría yo claudicar cada mañana si no fuera porque aún puedo alzar la mirada y ver el cielo. Podría yo rendirme ante la vida y descansar en paz. Podría...pero aún puedo ver tu rostro y hoy eso me alegra.
Ven y cógeme de la mano, no temas, allí no habrá nada que temer, lejos de aquí será todo mas fácil. No temas más a despertarte sola cada mañana, mi mano será tuya, estaré aquí, yo acariciaré tu cabello rubio, yo te ayudaré a levantar, yo te haré ver de nuevo el sol.
Desesperanza
lunes, 8 de octubre de 2007
Publicado por Antonio Manuel en 3:22
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